MI NICARAGUA

MI NICARAGUA
TIERRA DE LAGOS Y VOLCANES

¡Yo quiero a mi Nicaragua!

¡Yo quiero a mi Nicaragua! es un proyecto de activismo que propone la apertura y el resguardo de un espacio libre, positivo y seguro al servicio de todas y todos los nicaragüenses. El propósito principal de este espacio es facilitar el libre intercambio de ideas sobre los problemas que nos agobian a todos; sobre cómo trabajar juntos para forjar una Nicaragua mejor, sobre cómo asegurar un legado positivo para nuestras futuras generaciones. Este recurso está a disposición de todas aquellas personas que deseen expresarse y manifestarse a gusto, sin distinción alguna. Sin embargo que quede claro que el precio de admisión a este espacio son el respeto y tolerancia que nos debemos unos a otros como nicaragüenses y como seres humanos ante todo.

viernes, 27 de noviembre de 2009

ESPACIO POSITIVO, ESPACIO SEGURO

Los espacios seguros, espacios en los que los nicaragüenses podemos expresarnos libremente, son más pequeños y aislados cada día. Esto es evidente sobre todo en nuestra realidad política. Sin embargo nuestra libertad para expresarnos y manifestarnos es coartada con mucha más frecuencia y cotidianidad en todo tipo de ocasiones. Cuando queremos cuestionar las cosas, cuando queremos incitar las dudas de quienes nos rodean, es a menudo cuando más nos instan a callar. No es una conspiración paranoica; nada por el estilo. Simplemente vivimos en una sociedad en la que—como es el caso en tantas otras, incluso diría que en todas—se sobrevalora el status quo, se ridiculiza la fe en el cambio positivo y se nos presiona a aceptar el parecer establecido.

El problema es que a diferencia de otras sociedades, tenemos muchas menos posibilidades aceptables y por ende muchas menos posibilidades viables. Quizás es por eso que tendemos a resignarnos tan fácilmente de cara a nuestros problemas sociales crónicos. Quizás es por eso que el uso de morteros en marchas cívicas se justifica como parte de nuestro folklore. Quizás es por eso que toleramos e incluso promovemos que nuestra juventud consuma alcohol desde tan temprana edad. Quizás es por eso que el machismo y la homofobia siguen siendo parte de nuestra idiosincrasia. Quizás es por eso que con tanta frecuencia nos dedicamos a satisfacer lo que otros esperan de nosotros; por eso nos emparejamos con quien sea del agrado de nuestro círculo familiar y social, por eso estudiamos lo que quieren que estudiemos, nos dedicamos a lo que quieren que nos dediquemos, y vivimos nuestras vidas de acuerdo a valores que pocas veces cuestionamos. Quizás es por eso que nos cuesta creer que juntos podemos cambiar nuestro sistema político y definir nuestro propio destino.

No me malinterpreten. No es que sea un rebelde que quiere atacar la tradición y los valores de nuestra sociedad. Es claro para mi que los valores tradicionales son parte importante de quien somos y como somos. Muchas de las mejores cosas que hay en nosotros se las debemos a generaciones anteriores que lograron inculcarnos principios de gran valor. Simplemente estoy convencido de que el criterio propio e independiente del individuo debe de ser fuerte para que una sociedad logre progresar. Esto es indispensable para que la tolerancia y el respeto se conviertan en los más altos principios de nuestro proyecto colectivo. Esa tradición sí que valdría la pena.

Somos hijos e hijas de un nuevo mundo, de una nueva era. Hoy en día nos resulta más fácil relacionarnos e identificarnos con personas de todo el mundo, de todas las culturas, todas las religiones y todas las ideologías políticas. Hoy en día nos resulta más fácil aprender a ver lo que tenemos en común, lo que nos une, y también a atesorar nuestras diferencias. Las revoluciones tecnológicas en transporte y especialmente en comunicación pueden ayudarnos a estrechar las brechas que nos separan a unos de otros. Si esto es así a nivel mundial, con mucha más razón aplica a nivel nacional. Este es el momento en el que debemos de aprovechar los frutos de la tecnología para forjar un mejor futuro en conjunto.

El Internet nos abre las puertas hacia la creación de un espacio libre y seguro en el cual nos podemos expresar, manifestar y organizar a gusto. De eso se trata este proyecto. Y para concluir quiero dejar en claro que la seguridad de este espacio depende menos del anonimato y el aislamiento físico que nos presta el Internet, y más del positivismo que nos debe de unir. Un espacio positivo es un espacio seguro. Es cierto que nuestra faena pasa por denunciar y resistir los atropellos en contra de nuestra libertad y nuestros derechos. Pero debemos de ir más allá. De ahora en adelante nos corresponde proponer y construir un mejor mañana; nos corresponde forjar una alternativa que represente los intereses y aspiraciones de la mayoría que estamos insatisfechos con las actuales opciones políticas. En vez de quejarnos por la falta de líderes políticos, entendamos de una vez por todas que nos corresponde a cada uno liderar; comprendamos que los políticos deben de ser nuestro instrumento y no al revés.

Yo soy todo aquel quien quiere un buen sistema público de salud y educación. Yo soy todo aquel quien quiere que los gobiernos y los políticos de todos las tendencias y partidos rindan cuentas a la ciudadanía. Yo soy todo aquel quien quiere ver el día en el que nuestro sistema político se convierta en un apoyo y no un obstáculo para lograr las metas personales y colectivas. Yo soy todo aquel quien quiere una Nicaragua verde, sin basura en las calles y en la que se aprovecha al máximo el enorme potencial de energías renovables. Yo soy todo aquel quien está dispuesto a trabajar por la paz, el respeto, la tolerancia y la libertad. Yo soy todo aquel quien cree que en la diversidad radica el éxito. Yo soy vos. Todos somos los buenos chavalos. ¡Usemos nuestro espacio positivo, nuestro espacio seguro, para salir adelante!